domingo, 23 de septiembre de 2012

apareciste vos

Mi mundo está empapado de tu aroma, de esos ojos profundos y vivaces, de tu energía que me hace vibrar. Llegaste sin que te esperara, dispuesta a quedarte, a iluminar los espacios con tu risa, a provocarme esas sonrisas que nacen del alma. Me devolviste las ilusiones perdidas me reviviste del coma en el que vivía. Poco a poco, con cautela, dibujás mariposas de azules en mi piel. Despertás en mí colores, sensaciones, sueños. Sos hija de la luna, el reflejo de una sirena en el agua, el misterio de la noche, un suspiro al amanecer, un "te quiero" contenido en un beso, la esperanza, el azul de las nubes, vida, agua, vos.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Adiós...

Una palabra, un espantoso grito al oído, un adiós. Adiós anino, como dice la canción. Hoy me despido de esta ilusión falsa, de las letras de una canción sin son de noches gastadas en un pensamiento inútil. Me despido sin tapujos sin condiciones y sin arreglos futuros. El olor del vino se disipa en mi habitación y borra sin piedad los rastros de tus apariciones. Te traje a mi morada sin cuestionarte y así te vas, te abro la puerta y te despido. Sin besos de por medio, sin necesidad de palabras en el funeral. Adiós en vida, que para mí, ya estás en el precipicio. Simplemente, adiós.

un día cualquiera

yo iba caminando como un día cualquiera. Era un día de tantos el reloj apuntaba la partida del bus, mis pasos eran ligeros. Noté tu presencia a mi lado, nos miramos de reojo. Cautivaste mi atención con tu sonrisa, tus crisis existenciales, tu encanto azulado. Era un día cualquiera hasta que apareciste vos. La noche se asomó a la ventana del autobús, quise congelar ese momento como una fotografía en mi memoria. Nuestra historia inconclusa, nuestro momento mágico. Fue una noche retratada por tus besos, acompañada con los colores de las palomas y aromatizadas con la sensación cálida de tus abrazos. Un día cualquiera, una noche única...