domingo, 5 de agosto de 2012

un momento

Noche. Madrugada. Casi amanecer. Se habían consumido algunas copas, el aire festivo inundaba mis pies. Salí a caminar, la noche claro oscura me invitó a pasear en su avenida. Me dejé llevar por la energía lunar, y entre pensamiento y sensación Apareciste vos. Entre la confusión, la risa y las ideas entre cortadas, Tomaste mi mano y te abrí la puerta del mundo azulado. Compartimos un qué se yo, algunas miradas, electricidad, complicidad, sinceridad. Dos desconocidos en la ciudad, embriagados de organicidad, fluyendo en el amanecer, en los abrazos, en los besos esporádicos. Un momento, una noche. dos seres existiendo. Una noche, una casualidad incoherente, un instante irracional. El amanecer, la cotidianidad.

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