jueves, 30 de agosto de 2012
luna azul
Melodía de violines me acompañan esta noche.
Noche de espectativa,
esperando la luna azul.
Casi escucho tu respiración,
atravesando este teclado frío.
Veo en tus ojos la nostalgia de aquellos
recuerdos que el mar se tragó.
Siento en tus pupilas un grito de amor.
un suspiro retenido,
el miedo a la inevitable despedida.
Guardo esta poesía en la melodía
de esa canción,
dentro de esas letras que conocemos
vos y yo.
Cuerpos celestes dejan su estela
en el infinito del universo.
Y te miro, te siento,
te observo con disimulo.
Seres conectados por las cuerdas
de los violines,
por las copas de los árboles que
danzan y hacen malabares durante
el atardecer.
En espera de la luna azul.
Bailemos por la vida
quiero bailar con vos el son de la estación lluviosa hasta que se nos resbalemos en el cesped.
Quiero tomar tu mano y recorrer las nubes blancas que acarician las punta de la montaña celeste.
Quiero atravesar tu mirada con un beso que sepa al dulce de los girasoles.
Quiero dormir con vos, despertar en tu espalda y reposar en tus piernas desnudas.
Quiero navegar los océanos a tu lado y reírnos a ca
rcajadas cuando la tormenta quiera hundir nuestro barco.
Quiero construir amor con vos, pintar nuestros sueños en mis senos,
decirte obsenidades al oído y palabras dulces cada vez q sale la luna.
Quiero meter en una maleta todos nuestros miedos y lanzarlos juntos al abismo.
Quiero llorar con vos, sacar la lengua y hacer muecas,
flotar en nuestro entorno, vivir, existir...
quiero escribir un libro de nuestra historia cuando ya no me falten las arrugas.
Quiero descubrirte de a poquitos y mezclar nuestras esencias en encuentros furtivos en el callejón.
Quiero abrirte los espejos de mis ojos y que podás deslizarte por todas mis neuronas.
Quiero ser tu brindis y tu droga, tu amante y tu escritoria.
Quiero el ahora, el instante, el espacio en el que no pensamos.
miércoles, 8 de agosto de 2012
Quedate así
Juguemos a no decirnos nada.
Contame algunos secretos tuyos
a través del misticismo de tu mirada.
No me mirés de reojo,
penétrame con tu incertidumbre,
descubrime con tus dedos lentamente.
Inventemos un lenguaje,
solo tuyo, solo mío,
naciente de la cresta de ambos,
del sabor y la humedad de dos labios.
Inventame un apodo absurdo,
uno que solo vos sepas y solo yo comprenda.
Riámonos a carcajadas,
como dos niños revoloteándose en la tierra,
como dos chiflados brincando en las aceras.
Coloreá mis espacios con tus crayolas de colores,
dibujá tus huellas en mi espalda,
tatuá tu nombre donde querás.
Quedate cerquita mío,
tan cerca que pueda sentir tu respiración,
permanecé ahí, poné la mano en mi corazón.
Sentí el palpitar,
sentí el mensaje de mis ojos,
abrígame esta noche con tu calor.
Quedate un rato más,
¡No te vayás!
Permanecé cerca, muy cerca,
tan cerca que no quiera alejarme nunca de vos.
domingo, 5 de agosto de 2012
un momento
Noche.
Madrugada.
Casi amanecer.
Se habían consumido algunas copas,
el aire festivo inundaba mis pies.
Salí a caminar,
la noche claro oscura me invitó
a pasear en su avenida.
Me dejé llevar por la energía lunar,
y entre pensamiento y sensación
Apareciste vos.
Entre la confusión, la risa y
las ideas entre cortadas,
Tomaste mi mano y te abrí
la puerta del mundo azulado.
Compartimos un qué se yo,
algunas miradas,
electricidad,
complicidad,
sinceridad.
Dos desconocidos en la ciudad,
embriagados de organicidad,
fluyendo en el amanecer,
en los abrazos,
en los besos esporádicos.
Un momento, una noche.
dos seres existiendo.
Una noche, una casualidad incoherente,
un instante irracional.
El amanecer,
la cotidianidad.
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