viernes, 13 de julio de 2012

Luna-lotra- sal (basado en la obra de teatro "luna de miel, lotra de sal")

Luna de miel lotra de sal. Yo soy la miel vos sos la sal. En los suburbios te defienden y a mi me repelen. Polos opuestos imanes que se atraen. Luna amarilla, naciente entre nubes azuladas. De vez en cuando, en ocasiones casi perfectas revertimos los papeles. Vos fuiste la miel que endulzó mis sentidos yo fui la sal que desequilibró el dulce en exceso. Luna de miel, lotra de sal. Luna, miel, sal miel, luna, sal. Fuimos la mezcla homogénea la hipótesis experimentandose en cuerpo y alma, el amor hecho cuencia, las partículas formando amor. Fuiste mi sol, yo fui tu luna. En mi cama reposaste tu cabeza durante un ciclo de rotación terrenal. En mis instantes oníricos, cuando sueño despierta y me desvelo en la madrugada me pregunto que sería de la luna sin su sol, o que sería del sol sin la luna. Relación necesaria casi adictiva, igual que tus besos. Tus labios son una droga, tu aroma es el polvo mágico que entra por mi nariz atraviesa mis pulmones, se dispersa por todas las células de mi ser y me embriaga. Sos peor que una droga, sos mi sol. Invoco la poesía de Lorca y huyo de los gitanos que intentan atraparme. Vos nunca me atrapaste, te conformabas con contemplar a tu musa dormida y grabarte esas imágenes dentro de tu corazón azul.

miércoles, 11 de julio de 2012

No me digás adiós

No me digás adiós. Despedite de a poquitos. Dame el último beso como un verso atravesado en la garganta. Dame el último abrazo con el calor acumulado de cien días soleados. No me digás adiós. No botés tus lágrimas dentro de mis maletas. Llevo conmigo la sensación a soledad, las noches enteras esperando el tren pasar. Adiós es una palabra determinante y algo agresiva, conmigo no la usés. Solo esperá el próximo sol, el nos unirá con sus rayos algún día. Sol y luna se encontrarán en la premonición astral. No me digás adiós, que lo nuestro no tiene principio ni final.